Go Quito Hotel no es solo un nuevo alojamiento en la capital ecuatoriana: es una declaración de identidad. Así lo define Alexander Hinojosa, su gerente, al explicar que el proyecto nació con la intención clara de trasladar la esencia de la región andina a un espacio de hospitalidad. Desde el primer paso, el visitante descubre que aquí dormir es solo una parte de la experiencia.
Paredes intervenidas con ilustraciones precolombinas, marcaciones en pisos, detalles en cada espacio y una presencia viva de plantas convierten al hotel en una inmersión sensorial. No se trata de una decoración superficial, sino de una narrativa que acompaña al huésped durante toda su estadía y que busca generar una conexión emocional con el territorio.
Naturaleza viva en medio de la ciudad
Uno de los sellos más fuertes de Go Quito Hotel es su integración con la naturaleza. El 92% de las plantas que habitan el hotel son andinas y, de ellas, un 72% son endémicas de la provincia de Pichincha. En una ciudad ubicada a 2.800 metros sobre el nivel del mar, el hotel apuesta por recrear la riqueza del páramo y la biodiversidad local dentro de su estructura.

Plantas en el lobby, pasillos, áreas comunes y jardines recuerdan al visitante que Quito no es solo cemento y tráfico, sino un territorio rodeado de volcanes, montañas y vida vegetal. La intención es clara: que quien llegue se sienta parte de una región especial, incluso sin salir del hotel.
Infraestructura y servicios: comodidad con carácter
Go Quito Hotel cuenta con 151 habitaciones pensadas para distintos tipos de viajeros. A esto se suman dos restaurantes que funcionan como puntos clave de encuentro. Panecillo Cocina y Mirador, ubicado en el piso 17, ofrece una vista privilegiada de la ciudad y es el espacio donde se sirve el desayuno buffet para los huéspedes, además de abrir al público para almuerzos y cenas.

En el lobby se encuentra Paralel Mercado LAV, un restaurante con una propuesta basada principalmente en comida ecuatoriana fusionada con toques internacionales. Muy cerca, Paralel Lobby Bar se convierte en el gran punto social del hotel, ideal para encuentros informales, reuniones o simplemente para disfrutar del ambiente.
Alegra Cafetería completa la oferta gastronómica con una propuesta poco común: desayuno todo el día. Desde las 7:00 hasta las 19:00, los visitantes pueden disfrutar de opciones pensadas para quienes no quieren horarios rígidos. El spa, abierto los 365 días del año, suma cinco cabinas de terapia y una propuesta de bienestar que busca ir más allá del concepto tradicional.
Sostenibilidad como eje, no como discurso
Desde su concepción, Go Quito Hotel fue pensado como un proyecto ecoeficiente y sostenible. No se trata de una estrategia de marketing, sino de decisiones estructurales que optimizan recursos naturales y reducen el impacto ambiental.

El hotel cuenta con recolectores solares que calientan el agua hasta 110 grados, evitando el uso de bombas de calor. Paneles solares abastecen de energía al restaurante del piso 17 y a la piscina, que se calienta de manera automática con este sistema. Además, se implementó un sistema de recolección de agua lluvia para el riego de jardines y una planta de tratamiento de aguas grises que permite reutilizar el recurso hídrico.
Estas decisiones responden también a la gran cantidad de áreas verdes del hotel y a su compromiso por mantener viva la vegetación andina. Para Hinojosa, aprovechar el sol, la lluvia y los recursos naturales es parte de una responsabilidad con el entorno y con las nuevas formas de viajar.
Diseño que cuenta historias
El lobby del hotel no pasa desapercibido. Su forma evoca la boca de un volcán, con nubes, una flama que se enciende por las noches y efectos de luz que refuerzan la sensación de estar en el corazón de la cordillera. El diseño no busca representar a Ecuador de forma genérica, sino concentrarse en lo andino como identidad principal.

Una de las apuestas más importantes del proyecto fue la incorporación de 35 talleres artesanales que trabajaron directamente en el hotel. Artesanos locales participaron en la retapización de muebles, diseño de piezas únicas, alfarería y elementos decorativos creados exclusivamente para este espacio.
El resultado es una armonía que se siente auténtica. Cada silla, cada objeto y cada textura tiene detrás el trabajo de manos ecuatorianas, pagadas a precio justo y reconocidas como parte esencial del proyecto.
Artisan Galería: cultura que se comparte
De este proceso nació Artisan Galería, un espacio donde los artesanos pueden exhibir y vender sus piezas. Más que una tienda, es una plataforma de visibilización cultural y económica. Muchos de quienes participaron en el proyecto dejaron de verse únicamente como artesanos para convertirse en empresarios, fortaleciendo así su sustento y su proyección.
La galería permite que huéspedes y visitantes conozcan de primera mano el trabajo artesanal, dialoguen con quienes lo crean y comprendan el valor cultural que hay detrás de cada pieza. Es un puente entre tradición y modernidad.
Experiencias que transforman la estadía
Mirando hacia 2026, Go Quito Hotel apuesta por experiencias que conviertan al hotel en un espacio vivo. Conciertos de jazz y música latinoamericana todos los jueves, ferias Artisan, talleres de cocina en vivo, degustaciones de canelazo en pilche, clases de dibujo, paisajismo y otras actividades buscan romper con la idea de que un hotel es solo un lugar para dormir.
La propuesta es clara: integrar a las personas, generar encuentros y permitir que cada visitante se lleve algo más que una noche de alojamiento. A esto se suma la conexión con el Centro Histórico y con destinos cercanos como Papallacta, Mindo, Laguna del Quilotoa y la Mitad del Mundo.
Un hogar para nómadas digitales
La nueva forma de viajar también está presente en Go Quito Hotel. Catorce habitaciones tipo loft o dúplex fueron diseñadas para nómadas digitales y personas que buscan estadías largas. Estos espacios responden a una generación que prioriza flexibilidad, comodidad y libertad para trabajar desde cualquier lugar.
Además, el hotel proyecta la incorporación de cubículos de oficina dentro de sus espacios, pensados para reuniones privadas o jornadas laborales sin salir del hotel. Una apuesta que combina hospitalidad y productividad.
La chiva que guarda la memoria
Entre los elementos más emblemáticos del hotel destaca la chiva Don Otto, un legado de más de 25 años que hoy forma parte del jardín y de Alegra Cafetería. Este espacio permite a los visitantes sentarse, escuchar música, disfrutar de bebidas y revivir la experiencia de una chiva tradicional.

Más que nostalgia, la chiva representa memoria, identidad y emoción. Para el hotel, las experiencias que evocan recuerdos también generan bienestar y conexión.
Un hotel para la ciudad
La visión para 2026 es clara: que Go Quito Hotel sea un espacio de la ciudad, no solo para turistas. Un lugar donde la comunidad pueda leer un libro, tomar un café, asistir a talleres o simplemente compartir. Un hotel que funcione como punto de encuentro y que refuerce su carácter ecuatoriano.
El reconocimiento como mejor hotel de apertura en 2025 respalda esta propuesta, posicionándolo como uno de los proyectos hoteleros más innovadores de la región.
Ubicación estratégica y conectividad
Ubicado estratégicamente, Go Quito Hotel se encuentra a pocos minutos de la salida hacia el aeropuerto por el túnel Guayasamín, cerca de la Ecovía y a corta distancia de dos estaciones del Metro de Quito. Su acceso facilita la movilidad tanto para turistas como para residentes.
En una ciudad que se mueve y se transforma, la ubicación se convierte en un valor añadido para quienes buscan conectividad sin perder comodidad.

