Las series españolas llevan años consolidándose como una de las grandes apuestas de las plataformas de streaming. Producciones cuidadas, narrativas sólidas, personajes complejos y el respaldo de elencos de primer nivel han colocado a España como un referente del entretenimiento global. Dentro de ese abanico, hay un género que ha demostrado ser especialmente adictivo: el thriller. Historias oscuras, atmósferas densas y misterios que no dan tregua. Ahora, Netflix suma a esa lista una nueva propuesta que no solo atrapa, sino que inquieta desde su primera escena: Ciudad de sombras.
Estrenada el 12 de diciembre de 2025, esta miniserie de seis episodios adapta la novela El verdugo de Gaudí de Aro Sáinz de la Maza y eleva el thriller policiaco español al convertir a Barcelona -y a su arquitectura más icónica- en un personaje más de la historia. El resultado es una experiencia intensa, sombría y profundamente perturbadora que se devora en una sola sentada.

Un crimen que sacude la ciudad y despierta viejas heridas
La serie arranca con una imagen imposible de ignorar: un cuerpo quemado aparece colgado de La Pedrera, una de las obras más emblemáticas de Antoni Gaudí. El crimen no solo conmociona a la ciudad, también obliga a regresar al servicio al inspector Milo Malart (Isak Férriz), un policía brillante pero marcado por su pasado, que se encontraba suspendido cuando el asesino en serie comienza su macabro recorrido.
Cada crimen está ligado a una obra arquitectónica de Gaudí, transformando espacios turísticos en escenarios de horror. Lejos de ser un simple recurso visual, esta decisión narrativa dota a la historia de una identidad única y refuerza la sensación de que la ciudad observa, calla y carga con sus propias sombras.
Malart no está solo. A su lado trabaja la subinspectora Rebeca Garrido, interpretada por Verónica Echegui en lo que se convierte en su último trabajo antes de su fallecimiento. Su presencia es uno de los pilares emocionales de la serie: firme, vulnerable y profundamente humana.
Un noir español que incomoda y deja huella

Ciudad de sombras se suma al género de thriller español con una historia que no solo busca atrapar al asesino. También se mete de lleno en temas como la corrupción, el abuso de poder y las heridas del pasado que nunca terminan de sanar.
Uno de los grandes aciertos de la serie es su capacidad para integrar la crítica social sin sacrificar ritmo. La Barcelona que retrata es una ciudad atravesada por contrastes, gentrificación y desigualdad, donde el pasado y el presente chocan constantemente.

El formato de miniserie juega a su favor. Con solo seis episodios, la narrativa avanza sin relleno, manteniendo la tensión en alto y dosificando los giros con precisión. Cada capítulo deja una sensación de inquietud que invita a seguir, pero también a reflexionar sobre lo que se esconde detrás de la violencia.
Más que un thriller policiaco, Ciudad de sombras es un retrato oscuro sobre la memoria, la culpa y los espacios que creemos conocer. Una serie que demuestra que el thriller español sigue evolucionando y que, cuando se atreve a explorar sus zonas más incómodas, puede ofrecer historias tan impactantes como inolvidables.

